Cuando un bebé tiene gases, puede expulsarlos de una manera fácil. En cambio, un bebé que sufre el síndrome de cólico del lactante, se encuentra en sus primeros meses de vida, sufre dificultades para expulsar gases y/o heces lo que le provoca un alto grado de malestar con un llanto desconsolado durante varias horas al día de manera regular, generalmente en las horas finales del día.